Se trata de la llamada "oración por la unidad" en la que el maestro intercede por la unidad de los hombres, unidad de los corazones, de los sentimientos, en algo tan simple y, a la vez, tan complicado como es el amor universal. Es por ello que es un escándalo las fracturas que, históricamente, ha habido no sólo entre los cristianos, sino entra las diversas espiritualidades y, en general, entre hemanos, seres humanos todos, a fin de cuentas.
Y ahora también hay división entre los espíritas de nuestro país de una manera incomprensible. Somos, como vulgarmente se dice, "cuatro pelagatos" y, tristemente, andamos divididos, rotos, suspicaces y, lo que es peor, poniendo en peligro "este tesoro que tenemos entre manos".
"Omne regnum divisum contra se, desolábitur. Et omnis cívitas vel domus divisa contra se non stabit." Nos dice también el maestro Jesús "Todo reino dividido contra sí mismo queda desolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se sostendrá" (cfr. Mateo 12, 25)
Personalmente, soy un "espírita de a pié" y, aunque formo parte de la junta directiva de la Asociación de Estudios Espíritas de Madrid, ésta es tan reducida que, en la práctica, me limito a los trabajos propios del centro, como un trabajador más: asisto a las reuniones de estudio, participo en la mesa mediúmnica, imparto pases energéticos, transmito pases de sanación y, cuando me lo piden, doy alguna conferencia que otra. Soy, por tanto, ajeno a las reuniones y decisiones que mantiene la Federación Espírita Española a quienes asisten otras personas. En general, y creo que también hablo por muchos compañeros espíritas, las decisiones y reflexiones de la FEE nos quedan muy lejanas.
Y es así que este año nos enteramos de que los espíritas españoles no vamos a estar juntos en el Congreso Espírita Nacional que, tradicionalmente, estaba teniendo lugar en Calpe, durante el "puente" de diciembre. Este año, el Congreso tendrá lugar en Ciudad Real, también durante ese "puente", como reza el cartel oficial. Allí nos reuniremos, como todos los años, los espíritas que trabajamos en centros y asociaciones "federados", es decir, que integran la Federación Espírita Española.
Pero, sin embargo, una serie de centros, por discrepancias, al parecer, insalvables con la FEE, han organizado su propio congreso en Calpe (la cosa tiene "bemoles", como si España no fuese suficientemente grande). Así, han consituido la "SEDE, Sociedad Española de Divulgadores Espíritas" y, por supuesto, editado su propio cartel, que adjuntamos.
Desgraciadamente, mientras existamos en este plano, ni los integrantes del maravilloso mundo espírita, están exentos de padecer ese mal tan mundano de creernos separados los unos de los otros, de no encontrarnos en un punto común de hermandad. Afortunadamente, ese es el camino, evolucionarémos, pero se ve que,.....aún no.
ResponderEliminarEstimado/a Jumari; no puedo menos que darte la razón. Con todo, creo que los motivos de división no son más que "pruebas" que se nos ponen en este "planeta de expiación y pruebas" para ver si las superamos correctamente. Y superarlas, ¿cómo? Pues, en mi opinión, por el único medio que nos han enseñado los Maestros Espirituales: la fraternidad, el diálogo, la comprensión y el trabajo común. Y eso, muchas veces, supone rebajar el propio ego, por mucho que nos cueste en ocasiones. A mí el primero. Muchas gracias por tu aportación y un abrazo.
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